lunes, 6 de marzo de 2017

Ya no será lo mismo...

Imposible frenar la percepción global de que México es grande y poderoso en materia de conducta colectiva ciudadana.

Podremos tener escenarios de controversia e inclusive de antagonismo intelectual que nos dividan internamente, pero debe resultar muy complejo para los estudiosos de las conductas de masas, descifrar porqué cuando sentimos una acechanza extranjera, todos los mexicanos reaccionamos indefectiblemente de igual manera, anteponiendo a cualquier diferencia doméstica, nuestro orgullo nacional.

Y si alguien dijera que solo reaccionamos así cuando se ofende a nuestra soberanía, acepto la opinión. Pero en este momento, la falta de respeto nos ha decepcionado y herido tanto, que inclusive en el campo de la economía internacional, ésa conciencia colectiva a la que me refería, está buscando ya nuevos equilibrios en zonas geográficas inexploradas comercialmente hasta hoy.

Lo positivo para las nuevas generaciones mexicanas radica en la gran oportunidad que se abre a través de un multilateralismo comercial al que nos ha orillado nuestro vecino del norte, con su inusual actitud en el trato y el respeto.

Europa, Oceanía, Sudamérica, India y Asia están atentos esperando felizmente la mirada de México hacia ellos, porque aunque lejos, en esas latitudes existe por encima de los prejuicios personales de los gobernantes, una sensibilidad diplomática y comercial, libre de egoísmo.

En mi tercer trimerstre de estudios en el ITESM, hablo de 1972, recuerdo que la obra de John Naisbitt y Patricia Aburdene "Megatrends 2000" profetizaba para los días de hoy, transformaciones que en aquellos días podían calificarse de increíbles.

Las malas noticias, decía la obra, serán más y tendrán preferencia en las estrategias de comunicación de los medios.

La mujer, tendrá responsabilidades y liderazgo semejantes o mayores que el hombre, decía en otro apartado. Los gobiernos, dejarán de ser unipersonales y la iniciativa privada participará en las decisiones oficiales. 

En ese sentido las megatendencias a mí en lo personal no me tomaron por sorpresa al inicio del siglo XXI, pero en sentido opuesto, la mala voluntad del gobierno vecino hacia México, sí que me ha impactado. Jamás lo esperé.

No doy crédito a que todo el cultivo diplomático de los hombres y mujeres que forjaron ambas naciones, se echara por la borda de la noche a la mañana.

Me siento triste de ver la innecesaria fractura que quebrantó lo que en el mundo global de hoy conocemos genéricamente como "buena vecindad".

Ahora, como al inicio de los 90s vamos a negociar. 

Pero ya no será lo mismo. 

Moisés Abel García Flores.


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