En la restructuración de la agenda nacional mexicana, el gobierno federal de Enrique Peña Nieto habrá de dar un privilegiado lugar a los asuntos sociales.
Esto, porque no basta contar con una reserva en dólares cuantiosa, mientras la economía informal y la familiar, sufren los estragos de un olvido existencial promovido por la derecha en el poder durante dos sexenios.
Los mercados financieros vistos solamente desde el piso de negociaciones de la Bolsa de Valores, no dibujan con claridad la realidad de la economía hogareña de la nación.
Será conducente entonces, que los nuevos estrategas comisionados para observar los indicadores económicos, abran su mira hacia la miseria cotidiana que afecta a gran parte de el país, como resultado de una parálisis motivada por la guerra que nadie pidió y que aparentemente ahora parece ser totalmente borrada de la historia como grave error.
Nada o muy poco hay de heróico en haber trastocado la paz nacional, sobre todo si los resultados a la vista son pírricos o nulos.
Economía y asuntos sociales, pasarán a ser en consecuencia, el binomio indispensable de todo escritorio gubernamental que se jacte desde la federación, de ser impulsor del nuevo rumbo de México.
Saludos de Megatrends
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