Tras 22 años de permanencia en el mercado global, el Tratado de Libre Comercio para América del Norte representa un parte-aguas en la vida de América.
Luego de haber cortado las amarras del colonialismo, el nuevo continente llega a su madurez diplomática y reúne los factores necesarios para demostrar que las sociedades que se lo proponen, sí pueden consolidar acuerdos de convivencia y negociación convenientes para todos.
Vayamos ahora a la modernización del tratado, con un espíritu tan apacible como aguerrido, que transparente los esfuerzos gubernamentales alimentados éstos, con la propuesta, la idea y la opinión de sus representados.
La invitación que hace el Senado, no puede ser más oportuna.
En 1988, 1992 y 1994, ningún mexicano que no fuera parte de las comisiones tripartitas podría haber opinado con certeza lo que a México convenía.
Hoy, en 2017, todos podemos hablar para incluir nuestro punto de vista acerca de lo que pensamos del TCLAN.
Esta es nuestra oportunidad; y en el caso propio, pienso que en esta ocasión, México debe adquirir el compromiso de modernizar el equipamiento fronterizo mexicano y elaborar un Plan Maestro de Desarrollo para la logística de entrada y salida en el Puente denominado Reynosa-Pharr ubicado en Reynosa, Tamaulipas.
Moisés Abel García Flores
Presidente de IMMSA
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